Ambos libros son la adaptación de las novelas del cineasta y escritor Marcel Pagnol. Ambas fueron dirigidas por Yves Robert. Estas dos películas que bien podrían considerarse una sola y gran película épica. Nos cuenta la vida de un joven niño en los años anteriores a la primera guerra mundial. Un tema que al oírlo parecería bastante aburrido, pero al contrario esta larga película es una apasionante, y conmovedora historia que trasciende el tiempo y la geografía. Ya que los temas tocados son de una universalidad impactante.
El primer film, se centra en el verano pasado por nuestro joven protagonista con su familia a una casa en la bella province francesa. Su relación con su padre, un maestro de escuela. Las amistades del verano y los amoríos de juventud durante los meses de vacaciones, donde muchas veces parecen una realidad lejana a los otros nueve meses. La segunda parte, se centra en otro verano, donde se encuentran no muy lejos de un pequeño castillo. La peli seguirá explorando aún más los temas anteriores, pero se enfocará mucho más en la relación con su madre y con pequeñas mini aventuras.
Estas dos películas, son fantásticas en el sentido que logran contar una historia real, basadas en la infancia de Pagnol, y sin exagerar o deformar los elementos y los sentimientos, logran crear un ambiente apasionante donde pareciera que el tiempo no pasa. Haciendo de estas dos pelis sin duda una experiencia única, que nos recuerda este estilo casi olvidado. El de contar historias épicas, donde los personajes y sus emociones y sentimientos remplazan de sobra tramas alborotadas con un sinfín de situaciones novelescas. Prueba que la realidad muchas veces, incluso en su versión más simple es más impactante y conmovedora que una ficción.
Notas: La Gloire de Mon Père 8,75/10
Le Château de ma Mère 8,75/10
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