Hoy hablamos de "Richard Jewell" una
película que pensamos no tendría ni una sola nominación pero que sorprendió a
más de uno cuando Kathy Bates se coló en la lista de mejor actriz de reparto,
algo que nos dio mucha alegría no solo por ella, si no que evitó que tuviéramos
que hacer la reseña de "Hustlers" de Jennifer López la cual no nos
gustó para nada, y de la cual no hubiésemos podido decir mucho, sin embargo de
esta (que tampoco nos gustó mucho) nos sirve para debatir sobre la finalidad de
las películas y lo que intentan hacer sentir.
"Richard Jewell" es dirigida por Clint
Eastwood quien sigue con su (no tan brillante) serie de películas basadas en
hechos reales. Nos ha dado grandes películas como "American Sniper",
otras decentes como "J. Edgar" o "Sully" y otras
desastrosas como "15 17 To Paris" la cual discutimos en su momento en
este blog. Esta vez cuenta una historia muy poco conocida fuera de los Estados
Unidos, la historia del guardia de seguridad Richard Jewell, quien en medio de
los juegos olímpicos de Atlanta 96, encontró una bomba minutos antes de
estallar, salvando la vida de un centenar de personas, solo para despues ser
acusado erróneamente de haberla colocado el mismo. Esta película sigue estos
hechos, enfocándose, en la mala fe tanto de los periodistas como de la prensa,
quienes casi sin pruebas y simplemente por la apariencia de Jewell, decidieron
ensañarse contra él. Una pelicula muy frustrante de ver, que recuerda a
películas como "The Hunt" o "Detroit" en lo que parece que
el único objetivo de la historia es enojar al espectador debido a la injusticia
que mira ocurrir. Una sensación que como ya dijimos alguna vez no compartimos
ni apreciamos, ya que para nosotros ir a cine y salir solamente enojado no
debería ser la razón del cine. La película se podría decir falla en eso, en no
convertir ese enojo en algo más o combinarlo con otra emoción (tristeza, risa,
absurdidad, miedo).
La pelicula cumple con todo lo que se propone,
tanto Jon Ham (" Mad Men") como Olivia Wilde ("Change Up")
hacen un papel perfecto como los malos de esta historia, logrando cada vez que
salen que el espectador se enoje ante su maldad. Del mismo modo, Kathy Bates en
su papel de la madre de Jewell cumple con su papel de madre amorosa y
preocupada, la cual nos representa a nosotros, lo mismo hace Sam Rockwell
("Seven Psycopaths") como el abogado de Jewell. Ya que para nosotros
el verdadero talento de esta película es Paul Walter Houser, que ya hace un par
de años dio una clase magistral de actuación en "I, Tonya" y que nos
demuestra acá en su papel de Richard Jewell, que posee un talento particular
para actuar. Walter Houser se roba el show en cada escena y esperamos verlo
prontamente en películas menos frustrantes, en las cuales podamos disfrutar más
de su talento.
Una película que técnicamente cumple su cometido,
pero al ser su cometido frustrar al público y hacerlo enojar, no podemos
premiarla con una nota más elevada.
6/10
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