Hoy nuestro avión viaja al norte de Brasil, para hablar una de las películas más fascinantes que hemos visto en mucho tiempo en Latinoamérica, una peli mitad Western Moderno mitad horror situada en el desierto brasileño en el ficticio pueblo de “Bacurau”.
Dirigida por Kleber Mendonça esta peli logró ganar el premio del jurado del festival de Cannes, y es algo que no sorprende mucho ya que es una divertida y poco usual. La peli se centra en el ya mencionado pueblo de Bacurau, un pequeño pueblo perdido en la nada, envuelto en la pobreza donde ni siquiera llega el agua. Quizás por esos motivos un grupo de extranjeros neo-nazis deciden atacarlo, simplemente por el gusto de matar y divertirse. Empezará entonces una batalla entre estos extranjeros sociópatas y los locales donde solo un grupo podrá sobrevivir.
Esta peli no es una que ganará grandes premios, o reciba aclamaciones por sus actuaciones, es una que está hecha casi que exclusivamente para los amantes de la acción, las balas, y explosiones. A parte de eso, la película tiene personajes divertidos y curiosos, rozando los clichés que alguien podría suponer, como el villano alemán, los colaboradores locales, un alcalde corrupto o más. Pero todo esto resulta bastante divertido, y la película lo sabe y juega con ello, haciéndonos reír en ciertos momentos a propósito, para compensar la extrema violencia presente en casi cada instante.
Ya que si hay algo por lo que resalta Bacurau es por su violencia, sus efectos especiales, y sus infinitas escenas de acción llenas de sangre. En las que los más profundos lograran encontrar alguna crítica para nada sutil sobre la globalización, la colonización o las relaciones entre los países ricos del norte y los no tan ricos del sur. E incluso temas locales al pueblo brasileño, como lo es el reparto del agua como bandera de los más de un problema ambiental que se le critican diariamente al gobienro brasileño. Todo esto con el fondo de los bellos pasajes del norte brasileño. Un escogido de manera perfecta para dar ese aire de una película de vaqueros, que nos recuerda a clásicos como “The Magnificent Seven”. Todo esto hace que Bacurau sea una experiencia divertida siempre y cuando se sepa bien que se está viendo una “B Movie” y no una contendora por los Oscars.
En resumen Bacurau es un experimento algo raro, pero sin duda uno que vale la pena para los amantes de los Westerns, las películas violentas o simplemente si se quiere pasar una tarde sin pensar mucho viendo escenas de acción.
Comentarios
Publicar un comentario