Hoy queremos platicar sobre uno de los directores
a los que se les considera como uno de los grandes de la historia. El ruso
Andrei Tarkovsky. Sus dos películas más conocidas "Stalker" y "Solaris"
son estudiadas diariamente en escuelas de cine. Sin embargo... A pesar de lo
mucho que se le ama, aquí en Las Noches Americanas no podemos disfrutar en lo
más mínimo sus películas. Aquí va nuestra opinión sobre sus dos obras maestras.
En "Stalker" un guía es contratado por
un par de hombres, para que los lleve a través de una ciudad prohibida. En
"Solaris" un astronauta viaja a una estación espacial a rencontrarse
con su esposa. Dos películas con tramas que a priori suenan interesantísimas.
Pero ambas se pueden resumir por un largo camino, repleto de conversaciones
y de ángulos de cámaras sobre pensados para empujar la historia hacia delante,
donde nada pasa, pero se supone que todo cambia. A pesar de que aquí somos gran
fans de las películas con un trasfondo filosófico, el estilo utilizado por
Tarkovsky no nos logra emocionar remotamente. Larguísimas tomas de escenas banales,
un ritmo especialmente lento, una cinematografía totalmente desalmante,
conversaciones abstractas, el minimalismo llevado al extremo. Tomas tan largas
que uno se sale de la película y comienza a pensar en sus propios idilios filosóficos,
con personajes cuya pasividad expresiva parece casi caricatural. Sus películas
de ciencia ficción, parecen más ficción por la inversomilidad de sus
personajes, lugares y diálogos que por la ciencia en sí. Un estilo de pensar
películas, que parecieran ser filmadas por un profesor de filosofía en el patio
de su casa.
Tarkovsky claramente sirve de contrabalanza al
cine americano, con grandes presupuestos lleno de música colores, historias dinámicas,
entretenimiento. Tarkovsky se dedicó más bien al modo de contar sus historias,
siempre vagas, con algún mensaje monumental escondido entre sus ángulos y sus diálogos.
Cada una de sus escenas puede ser considerada como una pintura algo especial,
donde el arte se ve reflejado, y el conjunto de pronto para algunos sea una
gran melodía poética. Bergman por ejemplo catalogo sus películas como sueños,
como milagros, pero Bergman también estaba un poquito loco y obsesionado con
sus ángulos filosóficos... Todo lo que Tarkovsky quiso lograr con sus películas
lo logró, pero no por eso quiera decir que nos debe gustar a todos. Tarkovsky
es sin duda un maestro del cine artístico, pero al menos para nuestro gusto sus
películas de un punto de vista más global no son lo suficientemente atractivas,
a diferencia por ejemplo de las de Bergman, que también jugaba el mismo juego
que Tarkovsky, pero se las arreglaba para hacer películas que fueran entretenidas
para todos, para los amantes del cine como arte y para los que van al cine a
pasar un buen rato. Tarkovsky es sin duda un extremista de su arte, lo que le
ha llevado al Olympo para muchos y al infierno para muchos otros. Pero al fin y
al cabo como bien dijo una vez, "Yo hago mis películas para mí solo, no me
importa lo que piensen los demás, únicamente me interesa la opinión de Bergman
y de Bresson". Y ni comenzamos a hablar del minimalismo de Bresson que ahí
si no acabamos nunca...
Notas: Solaris 6/10
Stalker 6/10
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