#1: Borg McEnroe
La medalla de oro de este año va para "Borg
McEnroe" la única película de este año que mereció un 10/10 de mi parte.
Como una película consigue 10 en mi escala? Si una película merece ser vista a
pesar de sus problemas recibe un 6/10 si es una buena película recibirá un
7/10, si no solo es buena si no que es muy buena recibirá un 8/10, si la
película es excelente recibirá un 9/10, pero para conseguir ese 10/10 no basta
con que la película sea excelente e impecable desde todo punto de vista, la perfección
viene cuando la película logra trascender todos los elementos fílmicos con un
algo más que no se puede ver pero sentir. Una emoción cuando los créditos
finales aparecen que nos hace pensar que esta película fue hecha excepcionalmente
para nosotros, como si lleváramos toda la vida esperando por una película así y
ni siquiera lo supiéramos. Para mí eso fue "Borg McEnroe"
Una película dirigida por un director de documentales
danés, Janus Metz Pedersen, mostrando que una gran película puede venir de
cualquier lado. "Borg McEnroe" retrata el clímax de una de las
rivalidades más grandes que ha tenido el deporte, entre dos de los tenistas no
solo más grandes de la historia, sino con mayor personalidad. La película pasa
en medio del torneo de Wimbledon de 1980, cuya final es recordada como el mejor
partido de la historia del tenis. Dos tenistas sobre un césped, rodeados de
miles de espectadores en la cancha central de Wimbledon, la meca del tenis,
observados por millones de ojos al rededor del mundo. Dos apasionados de su
deporte frente a frente para ver quién es el mejor. Dos individuos que no
podrían ser más iguales a pesar de vivir de dos maneras tan diferentes. Bjorn
Borg un estoico total fuera y dentro de las canchas con todo el talento del
mundo, y con la necesidad de ser siempre el número 1 para poder vivir con el
mismo, ganador de los últimos cuatro Wimbledon y ante la enorme presión de
mostrarle a todos que sigue siendo el mejor. Por otro lado John McEnroe, 21
años de Nueva York, apodado el chico malo del tenis por su fama de ponerse a
pelear con jueces, rivales y publico por la más mínima de las razones,
concentrado a fondo en el tenis y lo que simboliza para él, pero nunca sin
dejar pasar una buena aventura. Una película sobre superar sus miedos y
defectos para usarlos a su favor, y llegar al límite de sus convicciones y de
lo que somos.
Shia LaBeouf ("Fury", "Wall Street
II") como McEnroe y Sverrir Gudnason como Borg, logran encapsular de
manera perfecta las dos personalidades y las motivaciones detrás de estos dos
elefantes del deporte. La productora decidió estrenar esta película en Estados
Unidos hasta marzo de 2018, haciéndola inelegible para ningún premio, de lo contrario
creo que se estaría hablando de estas dos actuaciones para ser consideradas
para una nominación a los Oscar. Dos actuaciones perfectas que son calmadas
cuando toca y explosivas cuando lo amerita. Con una dirección muy buena con
flashbacks claves para entender la esencia misma de cada uno de los personajes
todo para llevarnos al segmento dedicado a la final de Wimbledon. Un segmento
que debería ser enmarcado y colgado en cada museo del mundo, estética para los
amantes de la estética, emoción y suspenso para los que viven de emociones
fuertes, una que otra risa pero sin nunca perder la tensión, una secuencia
perfecta donde la música, la edición, las actuaciones se mezclan para
brindarnos magia. Todo lo que el cine es y debería ser encapsulado en una
docena de minutos, donde un juego de tenis se convierte en una batalla por la
gloria, por no ser olvidado, por una prueba de que eres bueno, cuando los
griegos pensaban en catarsis pensaban en lo que esta película logró con ese
tramo final, los amantes del cine terminarán con los ojos aguados de ver algo
tan majestuoso desfilar ante sus ojos. Mi película favorita de 2017.
Nota: 10/10
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